Tierra que sirvió de inspiración a Miguel de Cervantes. Un pequeño pueblo, donde sus ventas y molinos centenarios ayudaron a crear a Don Quijote de La Mancha.
Gastronomía:
Si algo tiene que ofrecer este pueblo es su gastronomía. Donde el cordero, su vino, su queso y su aceite de oliva, hacen la delicia de quienes lo visitan.
Molinos
Cuenta con tres molinos de viento, totalmente restaurados y que son visibles desde casi toda la localidad. Desde ellos se puede contemplar gran parte de la llanura de La Mancha, con sus cultivos basados la mayoría en olivar, viña y cereal.
Plaza
Plaza porticada del siglo XVIII, con dos alturas de soportales, en madera y con una gran noria en el centro.
Venta del Quijote
A pocos metros de la plaza, se encuentra la “Venta del Quijote”. Donde cuenta la leyenda que fué armado el ilustre caballero. Una posada donde pudo satisfacer su apetito y sed, todo ello con los alimentos manchegos y regado con el buen vino, que tan deleite hizo a D. Quijote y su estimado escudero.
Junto a dicha Venta, se encuentran varias tiendas de souvenirs con productos gastronómicos típicos de la zona.